17 de septiembre de 2013

Emprender

No es fácil el camino del emprendedor. En general, se empieza con cierta timidez, incertidumbre, miedos (muchos) pero a medida que te metés, y vas conociendo a otros emprendedores, todo cambia.

Te carga de energía. Tu mirada sobre lo que te pasa es diferente, empezás a ver cosas que antes no veías. De repente, estás alerta a las oportunidades que la vida pone frente a vos.

Es importante recorrer ese camino acompañado porque uno tiende a la soledad o, mejor dicho, al matrimonio con el proyecto en cuestión. Además, porque es difícil cuando uno decide romper con la rutina, dejar de aferrarse a lo seguro, correrse de la manada, y que los demás lo entiendan, si no están en la misma.

Implica definitivamente un cambio, y todo cambio asusta, resiste, pero también nos hace crecer.

Admiro a quienes se animaron y eligieron una nueva vida.

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