Modestia aparte creo que este blog se asemeja más a los diarios de Kafka que a los de John Cheever.
Si bien leí tan sólo fragmentos de ambos, son dos ejemplos bien distintos. Kafka escribía mucho acerca de su proceso de escritura, mientras que Cheever hace catarsis en las páginas de su diario, cual sesión de terapia.
El tema del diario es la constancia, porque un diario cada 15 días, para mí, deja de serlo. Por eso modifiqué el título de este blog. Principalmente porque me aterraba la idea de tener que tener alguna genialidad para decir TODOS LOS DIAS (con certeza, no iba a tenerla) y además, porque me gustaba la idea de que la cosa fluya... aunque ya sabemos que NADA simplemente fluye.
Hoy hice mi segundo cuento y mi primero completo. Igual, tengo un poder de síntesis que apesta para escribir, pero bueno, con más tiempo supongo que armaría otros textos.
La semana pasada escribí un fragmento, para dar el presente y no tirarme a chanta ya que el tema era libre. La idea del fragmento estaba buena ("perturbadora", "oscura", dijeron) pero el problema fue cómo contarla. Cero planificación, entre otras cosas. Por eso, esta vez, por lo menos me tomé el trabajo de hacer un borrador en una hoja, con tres escenas, de las cuales, para mi sorpresa, me quedé con sólo una. Vamos a ver qué pasa.
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