Tarde pero seguro. La semana pasada retomé mis deberes literarios y empecé en un nuevo taller.
Me lo recomendó un apasionado de la Literatura que me contagió sus ganas y luego de hablar con él, ya quería sumarme, así que hice a un lado mis problemas de falta de horarios y milagrosamente, encontré el hueco. En el momento justo.
En el primer encuentro, jugamos a escribir sobre títulos de programas de televisión y películas, y jugamos a hablar en boca de personajes creados por nosotros mismos. Estuvo muy divertido y sin querer, al cabo de las dos horas había escrito casi 4 páginas de delirios con cierta coherencia. 4 páginas después de tanto tiempo sin enfrentarme a una hoja en blanco.
Me fui muy contenta con el resultado y con el grupo. Se crea un ambiente muy cálido, amigable, que facilita la escritura, mate de por medio.
Hoy es el segundo encuentro y tengo que llevar una foto vieja, así que veremos con qué me sorprendo.
Lamento no haberme tomado el trabajo de pensar más en la foto, pero lo cierto es que hoy me di cuenta de lo rápido que pasó la semana, jueves otra vez.
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