19 de noviembre de 2010

Conociendo a Oliverio Girondo

Y sí mis amigos, estoy leyendo Poesía. Sospecho que quienes la escriben viven en un mundo paralelo y lo miran a través de unos anteojos ¿mágicos?, que francamente quisiera que me presten de vez en cuando.
Percibí que suena muy agradable leerla en voz alta y apreciar la belleza de cada palabra. Siempre justa en su lugar. Ojalá algún día pueda decir lo mismo de mis poemas.
Estuve leyendo algunos y me detuve particularmente en un autor que a mi entender escribe simple y complejo al mismo tiempo, que me hizo sentir cada verso y hasta me hizo reír. Se llama Oliverio Girondo y -oh casualidad!- es también abogado. Y, por si fuera poco, trabajó como periodista (podríamos decir que mi escueto paso por el Periodismo ya está dado por http://www.5mentarios.com.ar/) y se dedicó a los poemas que es donde brilló más que nunca antes. Quien dice que el día de mañana no digan eso mismo de mí! : )
Buceando en Internet me enteré que mi colega nunca ejerció, que era amigo de Pablo Neruda, Federico García Lorca y de muchas "palabras mayores del Arte" más. Fue uno de los creadores de la revista Martín Fierro, donde también participaba Jorge Luis Borges (escritor que admiro fervientemente por su estilo único).
También, se dice que vivió un tiempo en una casa en Suipacha 1444 -cerca, muy cerca- donde hoy hay una placa en conmemoración (voy a tener que pasar a verificarlo) y se casaron en la Iglesia San Nicolás de Bari (donde se casó mi hermana).
Cada vez me gusta más este muchacho... Dicen que en la casa donde vivió con su mujer Norah Lange, también escritora, siempre se organizaban fiestas que terminaban a cualquier hora.
Un dato de color: cuentan que en esa casa cada uno tenía su cuarto en planta alta, donde escribían. El de Girondo, sobrio: tan sólo con un escritorio y una biblioteca enorma; mientras que el de Norah estaba cubierto de muñecos, fotos y hasta de una cama!
Para finalizar, leí una declaración que me hizo encariñarme aún más: "Yo no tengo, ni deseo tener, sangre de estatua".
"En la masmédula" es su obra cumbre. Ya me la habían recomendado antes. Voy a conseguirla.
Les dejo uno de los poemas que más me gustó. Se llama "NOCTURNO" y ya cité el final en la MISE DE PLACE:


Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana.
Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos.
Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas.
Trote hueco de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin razón.
¿A qué nos hace recordar el aullido de los gatos en celo,
y cuál será la intención de los papeles
que se arrastran en los patios vacíos?
Hora en que los muebles viejos aprovechan para sacarse las mentiras,
y en que las cañerías tienen gritos estrangulados,
como si se asfixiaran dentro de las paredes.
A veces se piensa,
al dar vuelta la llave de la electricidad,
en el espanto que sentirán las sombras,
y quisiéramos avisarles
para que tuvieran tiempo de acurrucarse en los rincones.
Y a veces las cruces de los postes telefónicos,
sobre las azoteas,
tienen algo de siniestro
y uno quisiera rozarse a las paredes,
como un gato o como un ladrón.
Noches en las que desearíamos
que nos pasaran la mano por el lomo,
y en las que súbitamente se comprende
que no hay ternura comparable
a la de acariciar algo que duerme.

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